Sí, ya lo sé; sé lo que piensan. Siete entradas en octubre han sido muchas, que rompen con la regularidad sita entre 1 a 3 documentos al mes. Seguro que muchos pensarán que yo escribo aquí porque mis ideas no tienen destinatario, y en vez de torturar a alguien, prefiero socializar mi desgracia.
Sí, lo sé; este blog fue creado tras una deslealtad, y tras la visita de varios cólicos, conseguí llegar hasta hoy. Ahora que el amor se va, pensaba que vendrían las nauseas otra vez, pero se mudaron sin dejar ni una nota de despedida. Sólo barruntaba ideas, cosas que tenía que calzar. Su alcance parece lejano, como si estuviese en la inmensidad de la meseta y le digese a Antonio Machado, -mira tu ves la inmensidad de Castilla y yo veo la inmensidad pagana, así que hablemos de ancho y largo y no de Dios.-
Pero Machado no vive, así que desconozco cual hubiese sido su respuesta. Y tras esta pequeña licencia, permitanme que les adentre en un recorrido por la Capital Catalana, Ciudad Condal, Layetanolandia, Barcelona, Barcino, Barna o BCN -pueden elegir el topónimo, lo dejo a gusto de ustedes-
Viendo que el amor cocía mi corazón, decidí templarlo paseando por Barcelona. Creanme no hay mejor enfriamiento que la realidad social. Ésto es positivo, te vuelve más racional y menos dependiente del sentimiento, y yo, atrapado por el Príncipe del Amor y ansioso por volver al lado de Psiquis, entenderán porqué la duración del paseo es de dos horas.
El punto de partida, todo camino tiene su origen, lo situamos en la Plaça Maria Cristina. En la Gran Vía Carlos III, sentido montaña, pueden observar una serie de edificios de oficinas, así como bloques de viviendas de hace 30 años en los que habitan una especie denominada burgueses.
Hay muchos que salen o van a sus madrigueras de hormigón, también hay trabajadores/as del hogar, algunos los puedes ver iendo al supermercado con la librea de su señor/a. Yo tengo un amigo que tiene un atuendo de camarera de pisos, remniscencia camarera del Titanic aligerada y que utiliza para excitar a su pareja... En serio, una parte de la vida es una guasa para la otra parte de la vida, no importa lo desgraciado que te encuentres, siempre habrá alguien que haga de ello una chanza.
Sigo respirando aire de "yo mismo, porque yo lo valgo, clases de música, camomila, ropa de marca y perfumes varios" estoy a punto de cruzar a la zona del antiguo Sarriá, pero antes me fijo en el complejo que los Salesianos tienen montado. Incluso una editorial de textos de enseñanza media famosa en España, tiene su domicilio social en aquel sitio.
Paso por la zona donde andes se erguía el estadio del Espanyol CF, ahora bloques de pisos. Continuo por el Carrer Lázaro de Cardenas (ex presidente de México) una calle de dos carriles y sentido único, con demasiado trásnsito de vehículos. Ésta y la zona de Ganduxer, es una zona burguesa, pero aquí algo chamuscada por el CO2.
Cruzo la Via Augusta y me adentro por las callles Carrer Raset y Freixa, todas ellas en paralelo a Via Augusta. Las casas por esta zona, no tienen por lo general mucha alzada. Me recuerda a cierta configuración del Paseo de la Habana en Madrid y es interesante visitar un conjunto de edificios que están recubiertos por perfiles de madera. De mi inmersión, una señora de rubio platino, chandal de algodón, perro pequinés y perfume selecto, me saca, es hora de seguir caminando. Es plena zona de Monterols y decido coger el Carrer Copèrnic, el cual me permite cruzar primero el Carrer de Santaló y despué el Carrer de Muntaner. He llegado a la Clínica Cyclops, es la típica clínica barcelonesa, que visita alguien de fuera porque quiere realizar algún tratamiento que por tiempo o por dinero le sale más rentable hacerlo en ésta, en vez de acudir a la Seguridad Social o a la sanidad pública de su país.
Enfrente de la Clínica, un conjunto religioso atrapa al viajero, es la "Bienaventurada Virgen Maria". Pero la forma, no oculta la materia, ya que se trata de una institución de enseñanza.
Ahora la cuesta es descendiente, toca bajar un poco, ya que estamos bordeando el Parc de Monterols. Llego al cruce de Copernic com Atenes Y decido seguir por esta calle de irregular trazado y paralela a Balmes. Es una calle algo embrutecida, sin embargo alguna de las fachadas de los edificios, son interesantes. A mitad de la calle, se sitúan las escaleras de Corint, las cuales llevan al metro de Pádua. En aquel instante un chico con pantalón corto y sudadera sibaba a su perro. Llego por fin a la Ronda del Mig o General Mirtre.... Una ronda de circunvalación en constante cambio, como la casa okupa, cerca de la Plaza Lesseps, que ha dejado paso a un solar vacío gracias a la iniciativa de Especulaciones y Demoliciones S.A.
Aún no han llegado las líneas 9 y 10 de metro a la Plaza Lesseps, pero ya esta prácticamente acabada la reforma integral de la misma. Del antiguo escalextric, vigas de acero son su único testimonio.
Cruzar la plaza en dirección Este, es adentrarse en Grácia y aquí podría decir muchas ideas que me pasan por la cabeza, pero eso, es menester de otro día.
No pidas permiso: publica ya tu libro
Hace 6 días