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domingo, 6 de marzo de 2011

1000 visiones. Parte 1

Una mirada dividida en 1000 visiones, percepciones de una sensación personal.

De lo árido de los Monegros, una estepa sin leones, un calor de más de cuarenta y cinco y la inmensidad arrugada por quebrados montes envuelven mi ánima. No hay síntoma de lo mundano, por ende, las vibraciones de mi cuerpo es lo único que me hace sentir pertenencia, la búsqueda del camino, hay un retorno que parece no tener meta en aquel paraje.

Las ramas sin hojas de los menudos arbustos de tomillo arañan mis piernas, el calor es asfixiante y empiezo a sentir la necesidad de llegar pronto a la meta. El sol se impone casi verticalmente, mi piel absorbe el calor y el sudor recorre mi cuerpo. Empieza la huida.

Hay una imagen en el fondo, sigo y avanzo, voy incrementando la velocidad preso de un agobio que no encuentra cobijo en ninguna sombra. Mis pasos empiezan a ser torpes,intento encontrar la concentración, pero no puedo, sólo camino. Me paso la camisa por mi cara, quiero quitarme el sudor, mi torso al descubierto se quema, he de llegar pronto, necesito aquel retorno.

La imagen despide un destello intenso y momentaneo ¿la meta?

Ha sido efímero aquel destello fugaz que me asienta en la perturbación; empiezo a acelerar, quiero llegar ya, no soporto más este calor. Miro acá y acullá intentando discernir la magnitud de los destellos, pero no hay más que la inmensidad del páramo de fuego. La distancia me inquieta, me vuelve impaciente, quiero llegar ya, quiero creer que hay una alternativa para salir del infierno. ¡¡Corre Alexis, corre¡¡

Intento esquivar las zonas asentadas de rocas, quiero llegar íntegro, no quiero lesionarme, ni tampoco desfallecer antes de llegar al limbo, ¡venga¡

El esfuerzo me empieza a pasar factura, el cuerpo lo siente y empieza a avisarme de tal desgaste. Pero no quiero tirar la toalla, la arena pegada en mi piel por acción del sudor, se vuelve más pertinaz, la noto ya en mi boca y me hace toser. Mis ojos lagrimean constantemente, quieren desprenderse de aquel polvo que suponía una carga añadida al calor y la sed.

Mis labios secos, se quiebran y sangran; era yo mismo quién me provocaba las heridas con los dientes al morderme el labio.

Seguía corriendo, seguía el calor, seguía la arena, seguía la sed, seguía el cansancio. Y duró, y cuando creí perder las fuerzas, el objeto destellado toma la forma de enrejado, cada vez más cerca me encuentro y por fin paro de correr, Me detengo. Una verja de unos dos metros se encuentra delante mío, a izquierda y a derecha la alambrada se difumina en el horizonte.

Al otro lado del alambre un espacio en el que hay dos vías de tren, no son de pies castellanos, son más reducidas; al otro lado, otra valla alambrada.

Debo de seguir la valla hasta llegar a ellos, todo tren, al menos, acaece de un origen y deviene de un final.

El camino del necesitado, es senda padecida; aquello que no percibes, no lo padeces.

El progreso es relativo, implica a quienes están dentro de la valla, mientras que los que estamos fuera, sólo nos induce a llegar a sus feudos.

Paro de caminar, mi atención se centra al otro lado de la valla, una persona. Con inquietud miro la fez de aquel chico que mira curioso el alambrado, de repente su mirada se dirige de izquierda y a derecha en un ademan continuo. Parece estar confundido, como perdido y su silueta me resulta famliar. Empieza a caminar y le sigo, parece que no se ha percatado de mi presencia. Intento hablar con él, pero él nada dice, parece que no me percibe. Elevo mi tono de voz pero no consigo atraer su atención, empiezo a sentir frustración, me inquieto, necesito que me diga algo, que me diga ¿quién soy? ¿qué hago aquí? y ¿hacia dónde ir? Yo no puedo por mi mismo responder a aquellas preguntas, no las sé.

Decido caminar más rápido que él, quiero mirarle más detalladamente. Empero se para y mira hacia donde yo me encuentro. Aquel chico con el torso desnudo, me mira sin decirme nada, pero no tarda en sentir curiosidad por aquello que ve, ahora me ha percibido.

domingo, 7 de noviembre de 2010

De Maria Cristina a Verdi

Sí, ya lo sé; sé lo que piensan. Siete entradas en octubre han sido muchas, que rompen con la regularidad sita entre 1 a 3 documentos al mes. Seguro que muchos pensarán que yo escribo aquí porque mis ideas no tienen destinatario, y en vez de torturar a alguien, prefiero socializar mi desgracia.
Sí, lo sé; este blog fue creado tras una deslealtad, y tras la visita de varios cólicos, conseguí llegar hasta hoy. Ahora que el amor se va, pensaba que vendrían las nauseas otra vez, pero se mudaron sin dejar ni una nota de despedida. Sólo barruntaba ideas, cosas que tenía que calzar. Su alcance parece lejano, como si estuviese en la inmensidad de la meseta y le digese a Antonio Machado, -mira tu ves la inmensidad de Castilla y yo veo la inmensidad pagana, así que hablemos de ancho y largo y no de Dios.-
Pero Machado no vive, así que desconozco cual hubiese sido su respuesta. Y tras esta pequeña licencia, permitanme que les adentre en un recorrido por la Capital Catalana, Ciudad Condal, Layetanolandia, Barcelona, Barcino, Barna o BCN -pueden elegir el topónimo, lo dejo a gusto de ustedes-
Viendo que el amor cocía mi corazón, decidí templarlo paseando por Barcelona. Creanme no hay mejor enfriamiento que la realidad social. Ésto es positivo, te vuelve más racional y menos dependiente del sentimiento, y yo, atrapado por el Príncipe del Amor y ansioso por volver al lado de Psiquis, entenderán porqué la duración del paseo es de dos horas.
El punto de partida, todo camino tiene su origen, lo situamos en la Plaça Maria Cristina. En la Gran Vía Carlos III, sentido montaña, pueden observar una serie de edificios de oficinas, así como bloques de viviendas de hace 30 años en los que habitan una especie denominada burgueses.
Hay muchos que salen o van a sus madrigueras de hormigón, también hay trabajadores/as del hogar, algunos los puedes ver iendo al supermercado con la librea de su señor/a. Yo tengo un amigo que tiene un atuendo de camarera de pisos, remniscencia camarera del Titanic aligerada y que utiliza para excitar a su pareja... En serio, una parte de la vida es una guasa para la otra parte de la vida, no importa lo desgraciado que te encuentres, siempre habrá alguien que haga de ello una chanza.
Sigo respirando aire de "yo mismo, porque yo lo valgo, clases de música, camomila, ropa de marca y perfumes varios" estoy a punto de cruzar a la zona del antiguo Sarriá, pero antes me fijo en el complejo que los Salesianos tienen montado. Incluso una editorial de textos de enseñanza media famosa en España, tiene su domicilio social en aquel sitio.
Paso por la zona donde andes se erguía el estadio del Espanyol CF, ahora bloques de pisos. Continuo por el Carrer Lázaro de Cardenas (ex presidente de México) una calle de dos carriles y sentido único, con demasiado trásnsito de vehículos. Ésta y la zona de Ganduxer, es una zona burguesa, pero aquí algo chamuscada por el CO2.
Cruzo la Via Augusta y me adentro por las callles Carrer Raset y Freixa, todas ellas en paralelo a Via Augusta. Las casas por esta zona, no tienen por lo general mucha alzada. Me recuerda a cierta configuración del Paseo de la Habana en Madrid y es interesante visitar un conjunto de edificios que están recubiertos por perfiles de madera. De mi inmersión, una señora de rubio platino, chandal de algodón, perro pequinés y perfume selecto, me saca, es hora de seguir caminando. Es plena zona de Monterols y decido coger el Carrer Copèrnic, el cual me permite cruzar primero el Carrer de Santaló y despué el Carrer de Muntaner. He llegado a la Clínica Cyclops, es la típica clínica barcelonesa, que visita alguien de fuera porque quiere realizar algún tratamiento que por tiempo o por dinero le sale más rentable hacerlo en ésta, en vez de acudir a la Seguridad Social o a la sanidad pública de su país.
Enfrente de la Clínica, un conjunto religioso atrapa al viajero, es la "Bienaventurada Virgen Maria". Pero la forma, no oculta la materia, ya que se trata de una institución de enseñanza.
Ahora la cuesta es descendiente, toca bajar un poco, ya que estamos bordeando el Parc de Monterols. Llego al cruce de Copernic com Atenes Y decido seguir por esta calle de irregular trazado y paralela a Balmes. Es una calle algo embrutecida, sin embargo alguna de las fachadas de los edificios, son interesantes. A mitad de la calle, se sitúan las escaleras de Corint, las cuales llevan al metro de Pádua. En aquel instante un chico con pantalón corto y sudadera sibaba a su perro. Llego por fin a la Ronda del Mig o General Mirtre.... Una ronda de circunvalación en constante cambio, como la casa okupa, cerca de la Plaza Lesseps, que ha dejado paso a un solar vacío gracias a la iniciativa de Especulaciones y Demoliciones S.A.
Aún no han llegado las líneas 9 y 10 de metro a la Plaza Lesseps, pero ya esta prácticamente acabada la reforma integral de la misma. Del antiguo escalextric, vigas de acero son su único testimonio.
Cruzar la plaza en dirección Este, es adentrarse en Grácia y aquí podría decir muchas ideas que me pasan por la cabeza, pero eso, es menester de otro día.

martes, 26 de octubre de 2010

SAINT ETIENNE, a jorney wtih SMASH THE SYSTEM, singles 1990-1999


No he encontrado en Saint Etienne, ninguna reminiscencia a grupos de música de los años 60 como Fleetwood Mac o The Mama's and the Papa's. Pero de lo que estoy seguro, es, de haber encontrado en el disco "Smash the System: Singles and More" a una banda hecha así misma. El grupo británico Saint Etienne, pretende alejarse de los esterotipos de música pop británica para interpretar, desde su perpectiva, el pop electrónico continental. En la primera parte del álbum, podemos encontrarnos temas como "Join our club", "You're in a bad way", "who do you think you are" o "Pale movie" cuya base podría haber firmado el grupo Ace of Base, pero con un toque diferencial en cada tema, hecho que los va a marcar en sus sucesivos sencillos.
Durante la década de los 90, Saint Ettiene maduró su sonido, más elaborado y menos cercano a otros grupos de dance-pop o tecno-pop o pop con base progressive... elijan ustedes la definición que quieran. Sin embargo, lo que si encuentro en esta segunda parte del álbum, es un cierto aire, sin pretender hacer una similitud, al artista finés, Jimi Tenor, quién por entonces también se aproximaba a la música electrónica.
"Lose that girl", tema recomendable para conocer a este grupo del que se ha dicho que, ha ido en "contracorriente" de la industria musical y del que un servidor agradece.

I have found in Saint Etienne, no bands reminiscent of the years 60 as Fleetwood Mac and The Mama's and the Papa's. But I am sure that I found on the album "Smash the System: Singles and More" a band made herself. The British group Saint Etienne, intends to move away British pop stereotypes to play, from their point of view, continental electronic pop. First part of the album, we discover songs like "Join our club", "You're in a bad way", "Who do you think you are" or "Pale Movie" whose "bit" could have signed by Ace of Base but with a differential touch on each track, a fact they will mark in its subsequent singles.
During the 90's, Saint Etienne matured their sound, more elaborate and less close to other groups of dance-pop or techno-pop or pop with progressive base ... choose the definition you want. However, what if I find in this second part of the album, is an air, it isn't an analogy with the Finnish artist, Jimi Tenor, who also then approached the electronic music.
"Lose That Girl" theme advisable to know this group has been said that has been on the "upstream" of the music industry and thanks you for that.

Saint Etienne:

Sarah Carcknell
Bob Stanley
Pete Wing


http://www.saintetienne.com

jueves, 7 de octubre de 2010

sufrimiento ubicuo

Tu cuerpo decidió separarse de tu conciencia y seguir una senda diferente. Mi mirada esconde el deseo de volverte a ver como antaño, hijo mío.
La irretroactividad de la suerte me obliga a olvidar el pasado, sin embargo, en la nostalgia tu madre y yo nos hemos adentrado, y por egoísmo, navegamos en barcas separadas; un sufrimiento ubicuo, coincidente, pero sin una alianza que nos ayude a llegar juntos a tu conciencia.
El Ténaro no quiso admitirte y entonces la suerte ante Caronte te dejó. ¡ Y tu lucha contra los vientos de la inanición¡ no espera más final que aquel lugar en el que ningún albur se atrevió a situarte; sólo queda entonces, una lucha férrea hasta la muerte y una espera conformista por nuestra parte.
Tu cuello, estático, perdido de cualquier flexibilidad, te impide vislumbrar un horizonte claro. Para que me sientas cerca, me situo ante tu campo de visión. Lo noto, veo como tus espasmos se relajan, estás tranquilo, el miedo ya no es tan fuerte hijo mío, no estás solo.
Veo en tus ojos la expresión del dolor y tu ves en los míos lágrimas. No quiero que veas en ellos la desesperación, aquella empatía por sentir tu sufrimiento y la impotencia por no poder ofrecerte una vida digna. Con gesto egoísta me separo, no quiero que me veas llorar.
Soy un cobarde, lo sé. Y quiero que por ello me perdones. Sé que me pides que acabe con tu sufrimiento, pero no soy justo, soy inquisitivo en pro de mi egoísmo frente a la verdad, no quiero perderte. No sabría como vivir sin ti, pero tampoco sé como ofrecerte una vida digna. Perdóname hijo mío, perdóname.

sábado, 2 de octubre de 2010

3.1 Escila

Ella es una mujer de metro sesenta y cinco, complexión delgada, rasgos faciales pronunciados y pelo tinto. Sus negros ojos son apreciables a través del tenue lienzo de humo que la rodea. Fumar la mantiene distraida, lejos de una preocupación con forma humana: su hermano.
Él es quién vive en el habitáculo, al otro lado de la terraza. Que antes que mazmorra, fue cobertizo. Sólo ella posee la llave de la libertad, la que permite el acceso al contenido, en definitiva, aquello que se debe ocultar.
Los ruidos que emanan de su interior, perturban la tranquilidad de la casa; en el piso de abajo, ya no vive nadie y arriba sólo está el cielo de Barcelona como testigo. Las sacudidas desenfadadas, van y vienen de forma irregular, iendo a parar no sólo al laminado de la puerta, sino también contra el muro, de tal suerte que, el propio habitáculo se iergue como argolla.
En vano, las súplicas. En vano, los golpes. En vano, las amenazas.
Ella era consciente de lo que hacía, su voluntad se manifestó en la acción, concebida y después moldeada hasta el día del suceso. El causante, fue quién le otorgó la tutela furiosi, la tutela de su hermano, la tutela de la impotencia, la capitis diminutio máxima. Tutela de día y velada de noche, sin tiempo para su libertad.
Lo había meditado, había tenido mucho tiempo parar pensar en el cómo, pero no el cuando. Mientras el horizonte no anunciase su venida, ella se sumergía en la desesperación, la ansiedad, el miedo; en definitiva, la depresión. Fueron muchas las pastillas, fueron bastantes las consultas psiquiátricas, fueron algunos intentos de suicidio, fue único el día del suceso.
Y sucedió así, la tutela de su hermano Iván, fue transmitida por el padre de ambos mediante un legado. Redactado en vida de éste, no fue modificado a pesar de los ruegos de ella, Reyes, aquella que con Caribdis, sobrevivió a la rueda.
Su sonrisa en forma, era la de una abuela de sesenta en años; me sonreía a mí y a la rueda, observadores en la distancia.
-¿viste a Nico, Susi y Samba?- me preguntó con aquella risa sardónica.
-Sí, están en la habitación de Pamela- se lo dije calmado, intentaba utilizar los términos apropiados.
-Desde hace unas semanas, la casa parece más vacía desde que ella no está. Ella se marchó, ellos me los dijeron- señalaba con la mano izquierda a los gatos retratados en una foto colgada en la pared, mientras que con la derecha volvía a dar una calada al cigarrillo.
-Ella sufría- empezó a hablar con cierta ternura, en adagio, como si estuviese de cuerpo presente, -sufría por haber nacido en un mundo que no le correspondía, si sólo la hubiesen dado una oportunidad, podría haber demostrado que ella puede ser mejor que ellos. Muy triste creeme-
-¡Qué pena Reyes¡- le grité con severa indiferencia.
No cambió su sonrisa hacia mí y esperó a que yo siguiera hablando, estaba pensando que si comenzaba a hablar, en algún momento, podría manejar mis palabras a su antojo, aprovechar un descuido y atacarme.
Pero no iba a caer en su juego. La rabia me crecía por dentro y la rueda empezó a inquietarse.

Reyes miró a la rueda y ésta erguía sus cuchillas. La rueda, como un proyectil recorrió el pasillo hasta dónde se encontraba ella, pero lo único que encontró, fue la puerta de su habitación. Ella se había escapado, había conseguido entrar en la habitación y cerrar la puerta.
En el pasillo había una ventana y tres puertas. La ventana daba al patio de luces, mientras que las puerta de la derecha, llevaba al baño, situada enfrente, la puerta para entrar en la habitación de Reyes y por último, perpendicular a ambas, la puerta de la terraza.
Ésta última se encontraba entreabierta, si Reyes hubiese intentado escapar por ella, la rueda la hubiese alcanzado.
Cuando me acercaba a ésta última, una sombra ágil pasó por el otro lado, en la terraza. Esto me provocó cierta prisa y entré con ímpetu en la terraza, pero allí no había nadie. La terraza sobre un plano, tenía forma de L, así que podía estar esperándome al otro lado o haber entrado por la puerta que comunica con el salón. Antes de seguir hacia adelante, me fijé en que la rueda se había situado delante de la puerta de salida al rellano. Su papel de vigía, hacia más fácil encontrarla, en definitiva, eramos dos contra uno.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Abrazos.

Hoy he echado en falta un abrazo.
Hoy he echado en falta sentirme abrazado.
Hoy he mirado al frente y he visto al cielo azul.
Hoy estaba helado.
Y no he podido ir a buscarle
sin brújula que me guiase.
Hoy no he decidido encontrarle
porque no soy bien hallado.
Del abrazo de un amigo,
coordial momento,
palatino de un recuerdo efímero.
Del abrazo de aquel amor,
no hay instante, sino cadencia a lo mundanal.
Del amor de las ideas,
la nada es el abrazo,
mientras camino
por la calle bajo un cielo azul,
azul, azul, frío, sus ojos, fríos, pero azules.
¿es allí dónde encontrar un abrazo?

sábado, 25 de septiembre de 2010

Nuestra señora de las Mercedes

El espacio es reducido, la irregularidad del pasillo, obliga a caminar con cautela. Oscuridad, pero no siempre lo lóbrego envuelve el lugar, sólo de 00:00 a 5:30. Hay una intensa necesidad de satisfacción, por ende, un ingente colectivo, se mueve buscando la oportunidad, y cuando la encuentran, empieza digamos, la segunda parte.
No hay edad, mínimo 18, máximo.... Tampoco hay raza, ni creencias, ni diferencia entre solteros y casados, heteros y homosexuales; entran sólos o en pareja, buscan a uno o a "n"

Parte dos. En aquel lugar, las rosas no son rosas sino están envueltas en fragancia industrial, la belleza es opaca, proyectada ésta, sobre una sombra cuyo rostro el imaginario perfila, y éste a su vez, solapado a la búsqueda de placer, provocando en el momento, situaciones "pintorescas". Cuerpos de todas las complexiones, reconocen como rey a aquel que con músculos y tez masculina "a base de cosméticos", viene dispuesto a ocupar el trono. Un espabilado séquito se ha abierto paso y orbitan entorno a él, quieren tocarle, quieren sentirle cerca. Comienzan a liberar su libido, sin embargo, el resultado fue incierto, resulta que aquel rey resultó manco, su espada de la forja salió como espadín y con la imposibilidad de imponer su poder, se ve relegado a permanecer como un cuerpo más a la espera de un amo que le someta.

Todos pasan, todos saben que está allí, sino no irían. Una caricia sienta bien, pero es reconducida - ¡niña, no he venido aquí a ser tu novio, deja que mi mano te guie¡-

Es también un espacio infecto, lleno de transmisiones vía fluidos, alcohol y drogas. Según los parámetros actuales de alarmismo pro complejo industrial farmacéutico de la OMS (Organización Mundial de la Salud), un lugar como aquel, podría ser declarado insalubre con posibilidad de crear una pandemia, así que no es gratuito pensar en extender la costumbre a otros lugares.

Una mano se apoya en mi hombro, de repente la imagen se difumina en la nada, ya no hay lúgubre lugar, sino un manto de estrellas donde cobijarse de lo fatuo, frívolo e inmediato hedonismo. Me giro, para ver mejor a quien con una simple caricia me ha devuelto a la prosaico. Es mi amigo Sión. -Continuemos Sión, sigamos el camino y dejemos que la luz de las estrellas sea la incandescencia que mantenga latente la idea de amor en nuestros corazones-

PD: la carne del corazón, para quienes sólo de la carroña hacen su sustento, es un plato exquisito.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

reflexiones....

La primera, reside en mi gratitud hacia quienes os molestais en leer estas líneas. Sé que sois muchos más de los que yo jamás hubiera estimado, de diferentes regiones del mundo y que la mayoría entiende el español.
Gracias a todos también por vuestras aportaciones. Viendo que la mayoría de éstas, eran transmitidas por Last.fm he decidido volver a poner "mi perfil", en dónde encontrareis mi correo electrónico. Para que nadie se asuste, al publicar el correo, consiento en que cualquier persona acceda a él y se comunique conmigo.
La segunda reflexión, gira entorno al uso del correo electrónico. Respecto al contenido de los mismos, materialmente me da igual si está bien justificado en la razón, también acepto mensajes valorativos, pero por favor que no transgredan la ética, ya que millones de años de evolución, han dotado al ser humano de una herramienta, el neocortex, capaz de poder crear, razonar y deliberar ideas. Por otra parte y respecto a la forma de los mismos, el formato publicitario es válido como cualquier otro, pero éste ha de respetar las normas internas y de tráfico externo del Reino de España así como las convenciones en las que es parte sobre datos de carácter personal.
Respeto a la propiedad intelectual, todo documento publicado queda regulado por ella, así que por favor, si hacen uso de ello, haganlo con responsabilidad y respeto a la ley.

viernes, 17 de septiembre de 2010

3 Sísifo

Un latido, y tu mirada ha penetrado en mi interior; dos latidos, y de mi boca se desprenden sonidos en decadencia; tres latidos, y me dejo llevar absorto; cuatro latidos, y tu mera presencia hipnotiza a mis pasmos; cinco latidos, y ya siento la presión de besarte, la ingravidez, y seis latidos.
Y sucede que, te vas, cuando yo deseaba tenerte cerca.
El tren acaba de abandonar la estación y yo no estoy dentro del vagón, cerca de ti, aquel que me tiene que llevar seguro a casa. Vacío sin ti en la mundanal estación me encuentro, sin saber donde ir ni a quién preguntar: ¿por qué se aleja de mí? Y erré, y errático me pierdo en ello, que en definitiva es nada. Y del miedo a caer en ella, surge una idea a urdir tu ausencia. De la nada vinimos y a la nada volveremos. Ya tejida la nada, queda esperar.
Sin complacencia, la resignación es ardua compañera de espera.
Y ahora le pregunto a aquel que se enfrentó a los Dioses, cuan de tu piedra aceptaste subir la montaña, dime, ¿que ves desde la montaña?
Gente, entedí; personas que portan lo funesto como argolla. Gente errática, locuaz por no soportar la carga.
Entonces entendí, la subida es a título oneroso, ellos se reafirman en su excelso estatus y tu puedes respirar aire puro y huir en un breve lapsus del infecto hedor de la tragedia. Cierto es, que tantos años esperando en el andén, hice del hálito una esencia de mi vida, algo de ella que la define muy bien. Pues que sería la vida sin los aromas del vacío y la nada.