I FOLLOW RIVERS by LIKKE LI

miércoles, 4 de agosto de 2010

La vida...

Qué es la vida.
Hace algo menos de treinta años, una jóven pareja en rebujo sobre la cama de una pequeña habitación de la Corredera Baja, al lado de los madriles de las zarzuelas.
Ella es quien tararea la canción, de pelirrojo pelo y ojos verdes-miel saltones, las pecas de su mirada definen una pequeña dolls. Afortunado e inquieto por su deseo, él: pelo negro, bigote negro y mirada ensimismada.
Un ramito de violetas, la canción hace vibrar los sentimientos de ella, a él le gusta, le vuelve más tierno, más cuidadoso.
Son las primeras cintas de cassette, toca rebobinar el hilo. Él se levanta y complaciente ella, lo mira absorta. Tras un primer intento fallido, la canción vuelve a sonar y ella, como si las anteriores veces se hubiera dejado una emoción en el tintero, vuelve a vibrar. Aquella que quiere ser querida, aquella que un día fue buscada y encontrada, aquella que va sufrir, pues que es la relación entre personas sino un continuo entre querer y sufrir.
Ahora se mira en el espejo, el tiempo ha pasado, empero. aquella muñeca todavía conserva aquel rostro, pues, qué sería un cabalísta sin su sílfide. Él también ha vivido muchos otoños, ha perdido con ellos el cabello y el tiempo. El tiempo, abstracto, medible y notorio. A los ecos del tiempo un sonido vuelve a susurrarle en su melena ya no tan pelirroja. Aquella canción y con ellos aquellos sueños; pero, ¿quién es aquella chica?, no eres tú mujer, tú eres la mujer del espejo, ella solamente es una chica de veintiseis años con sus inquietudes. Te resulta extraña a la vez que familiar. Los recuerdos se vuelven nostalgia, pero no quieres caer en ella. Piensas no soy, porque ya no me atan aquellos sentimientos y aquella visión de futuro. Al final decides apartarte del espejo y te diriges a la ventana. Atisbas la calle, cada detalle es importante, como queriendo encontrar a alguien allí. Al cabo de un rato, aparecen dos siluetas jóvenes; allí están, un día dijeron que volverían y así lo hacen, ella una joven de veintiocho años, él un año menos. Los dos tienen cierto aire de ilusión por la vida, de ganas de tener nuevas experiencias y cierta arrogancia inmadura.