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jueves, 30 de septiembre de 2010

Abrazos.

Hoy he echado en falta un abrazo.
Hoy he echado en falta sentirme abrazado.
Hoy he mirado al frente y he visto al cielo azul.
Hoy estaba helado.
Y no he podido ir a buscarle
sin brújula que me guiase.
Hoy no he decidido encontrarle
porque no soy bien hallado.
Del abrazo de un amigo,
coordial momento,
palatino de un recuerdo efímero.
Del abrazo de aquel amor,
no hay instante, sino cadencia a lo mundanal.
Del amor de las ideas,
la nada es el abrazo,
mientras camino
por la calle bajo un cielo azul,
azul, azul, frío, sus ojos, fríos, pero azules.
¿es allí dónde encontrar un abrazo?

sábado, 25 de septiembre de 2010

Nuestra señora de las Mercedes

El espacio es reducido, la irregularidad del pasillo, obliga a caminar con cautela. Oscuridad, pero no siempre lo lóbrego envuelve el lugar, sólo de 00:00 a 5:30. Hay una intensa necesidad de satisfacción, por ende, un ingente colectivo, se mueve buscando la oportunidad, y cuando la encuentran, empieza digamos, la segunda parte.
No hay edad, mínimo 18, máximo.... Tampoco hay raza, ni creencias, ni diferencia entre solteros y casados, heteros y homosexuales; entran sólos o en pareja, buscan a uno o a "n"

Parte dos. En aquel lugar, las rosas no son rosas sino están envueltas en fragancia industrial, la belleza es opaca, proyectada ésta, sobre una sombra cuyo rostro el imaginario perfila, y éste a su vez, solapado a la búsqueda de placer, provocando en el momento, situaciones "pintorescas". Cuerpos de todas las complexiones, reconocen como rey a aquel que con músculos y tez masculina "a base de cosméticos", viene dispuesto a ocupar el trono. Un espabilado séquito se ha abierto paso y orbitan entorno a él, quieren tocarle, quieren sentirle cerca. Comienzan a liberar su libido, sin embargo, el resultado fue incierto, resulta que aquel rey resultó manco, su espada de la forja salió como espadín y con la imposibilidad de imponer su poder, se ve relegado a permanecer como un cuerpo más a la espera de un amo que le someta.

Todos pasan, todos saben que está allí, sino no irían. Una caricia sienta bien, pero es reconducida - ¡niña, no he venido aquí a ser tu novio, deja que mi mano te guie¡-

Es también un espacio infecto, lleno de transmisiones vía fluidos, alcohol y drogas. Según los parámetros actuales de alarmismo pro complejo industrial farmacéutico de la OMS (Organización Mundial de la Salud), un lugar como aquel, podría ser declarado insalubre con posibilidad de crear una pandemia, así que no es gratuito pensar en extender la costumbre a otros lugares.

Una mano se apoya en mi hombro, de repente la imagen se difumina en la nada, ya no hay lúgubre lugar, sino un manto de estrellas donde cobijarse de lo fatuo, frívolo e inmediato hedonismo. Me giro, para ver mejor a quien con una simple caricia me ha devuelto a la prosaico. Es mi amigo Sión. -Continuemos Sión, sigamos el camino y dejemos que la luz de las estrellas sea la incandescencia que mantenga latente la idea de amor en nuestros corazones-

PD: la carne del corazón, para quienes sólo de la carroña hacen su sustento, es un plato exquisito.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

reflexiones....

La primera, reside en mi gratitud hacia quienes os molestais en leer estas líneas. Sé que sois muchos más de los que yo jamás hubiera estimado, de diferentes regiones del mundo y que la mayoría entiende el español.
Gracias a todos también por vuestras aportaciones. Viendo que la mayoría de éstas, eran transmitidas por Last.fm he decidido volver a poner "mi perfil", en dónde encontrareis mi correo electrónico. Para que nadie se asuste, al publicar el correo, consiento en que cualquier persona acceda a él y se comunique conmigo.
La segunda reflexión, gira entorno al uso del correo electrónico. Respecto al contenido de los mismos, materialmente me da igual si está bien justificado en la razón, también acepto mensajes valorativos, pero por favor que no transgredan la ética, ya que millones de años de evolución, han dotado al ser humano de una herramienta, el neocortex, capaz de poder crear, razonar y deliberar ideas. Por otra parte y respecto a la forma de los mismos, el formato publicitario es válido como cualquier otro, pero éste ha de respetar las normas internas y de tráfico externo del Reino de España así como las convenciones en las que es parte sobre datos de carácter personal.
Respeto a la propiedad intelectual, todo documento publicado queda regulado por ella, así que por favor, si hacen uso de ello, haganlo con responsabilidad y respeto a la ley.

viernes, 17 de septiembre de 2010

3 Sísifo

Un latido, y tu mirada ha penetrado en mi interior; dos latidos, y de mi boca se desprenden sonidos en decadencia; tres latidos, y me dejo llevar absorto; cuatro latidos, y tu mera presencia hipnotiza a mis pasmos; cinco latidos, y ya siento la presión de besarte, la ingravidez, y seis latidos.
Y sucede que, te vas, cuando yo deseaba tenerte cerca.
El tren acaba de abandonar la estación y yo no estoy dentro del vagón, cerca de ti, aquel que me tiene que llevar seguro a casa. Vacío sin ti en la mundanal estación me encuentro, sin saber donde ir ni a quién preguntar: ¿por qué se aleja de mí? Y erré, y errático me pierdo en ello, que en definitiva es nada. Y del miedo a caer en ella, surge una idea a urdir tu ausencia. De la nada vinimos y a la nada volveremos. Ya tejida la nada, queda esperar.
Sin complacencia, la resignación es ardua compañera de espera.
Y ahora le pregunto a aquel que se enfrentó a los Dioses, cuan de tu piedra aceptaste subir la montaña, dime, ¿que ves desde la montaña?
Gente, entedí; personas que portan lo funesto como argolla. Gente errática, locuaz por no soportar la carga.
Entonces entendí, la subida es a título oneroso, ellos se reafirman en su excelso estatus y tu puedes respirar aire puro y huir en un breve lapsus del infecto hedor de la tragedia. Cierto es, que tantos años esperando en el andén, hice del hálito una esencia de mi vida, algo de ella que la define muy bien. Pues que sería la vida sin los aromas del vacío y la nada.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

"SINGLES", A LITTLE STORY ABOUT THE SMITHS


Quién tenga como acertado hobby adentrarse por la historia de la música occidental, no dejará pasar la oportunidad de tener en sus manos un disco de The Smiths, banda británica que vió la luz en 1982 y cuyos componentes fueron: Morrisey, Johny Marr, Andy Rourke y Mike Joyce. Han sido influencia para muchas bandas británicas posteriores y en general para quienes hicieron de la empatía a Morrisey un estilo de vida. Remniscencias a literatura británcia y artística de los 60 que un servidor ignora y que florecen las letras como si del mismo Oscar Wilde tratase con la volatil jueventud.
Cuando la electrónica se imponía en las pistas de baile y trazaba una línea transversal en la música, The Smiths publican su primer LP comercial: "The Smiths" (1984), más tarde vendrían "Meat is murder" (1985), "The Queen is death" (1986) y "Strangeways, Here we come" (1987). Seguramente el lector se haya percatado de que la producción de discos era practicamente anual. Ésto ha propiciado alguna crítica que los tildaba de oportunistas para una indsutria musical ávida de nuevos productos.
El album que he elegido es una muestra para vuestros oídos de lo que The Smiths fueron, "Singles" es esa "paleta" de canciones que propicia un acercamiento a una de las bandas musicales más laureadas del siglo XX.

http://typicalsmiths.blogspot.com/

http://sinera.diba.cat/search~S171*cat?/Xthe+smiths&searchscope=171&SORT=R/Xthe+smiths&searchscope=171&SORT=R&SUBKEY=the%20smiths/1%2C16%2C16%2CB/frameset&FF=Xthe+smiths&searchscope=171&SORT=R&8%2C8%2C

martes, 7 de septiembre de 2010

REQUIEM

Eran algo más de las 2 de la mañana, cuando me encontraba sentando en el banco de una marquesina, en aquella parada de autobús que aquel día no cogí. Llovía, a ratos con intensidad, a ratos con calma, por eso me acobijé en aquel lugar sin autobús.
En aquellos años de infancia de inocente solipsismo e imaginación, me pasaba tiempo mirando a la lluvia, la mayoría de las veces, detrás de un cristal. El sonido del agua al caer, el contacto de las gotas con las cañerías y en los cristales, hacían enmudecer lo mundanal; que con avidez huye, ellos quieren alejarse de su húmedo contacto, de su constante presencia... Se retraen a sus tareas, pendientes en cualquier momento de su cese.
Ahora ya no soy aquel niño, pero sigo viéndolo como si fuera de nuevo el protagonista de la escena; sentado en una mesa, con una hamburguesa entre mis manos y un puñado de patatas fritas sin catar, acompañadas en todo momento por un refresco de cola. Miraba por el cristal y veía un ingente colectivo de paragüas moverse por las aceras. De repente el 149 llega a su parada final, aquel microbús de color amarillo se convirtió en salvalluvia para los que con impaciencia habían estado esperando en la parada de autobús; en la parada contigua, la que espera al 40, habían esperando futuros viajeros.
Ya no hay ni 40 ni 149 en Red de San Luis, pero si días de lluvia, y yo ahora estoy en la parada, y aunque en mí, la lluvia sigue siendo aquella de cuando era niño, ahora la noche era suya y entonces note su presencia y a través de mi mente vi la escena, una noche de Los Ángeles, cayó.

Alguien entra en el metro de Los Ángeles, se sienta en el asiento y fallece; nadie de los que le rodea se da cuenta de que ha muerto.

viernes, 3 de septiembre de 2010

2.3 La marcha

De camino hacia la puerta que comunicaba con el exterior, me dí cuenta de que menos ésta, las demás se encontraban entreabiertas. La primera puerta empezó a ladearse haciendo sonar la visagra.

Conforme pasaba el tiempo la puerta adquiría velocidad, el primer portazo activó la segunda hoja, que por simpatía empezó a moverse, otro portazo de la primera y primer portazo de la segunda que activó a la tercera puerta.

La casa había preparado su propio comité de despedida; cuarta puerta en funcionamiento, los portazos se repiten con frecuencia, quinta puerta, todas las hojas en movimiento, ningún portazo se solapaba. Del ruido, ecos de tambores anunciando la marcha de los triunfantes. La rueda se puso delante mío, levitando sobre su eje, todavía restos de sangre en la cuchilla, lo podía ver en la parte superior.
De repente las puertas pararon en seco.

Precedido por la rueda, me dirigí sosegado a la puerta de salida, sin embargo sólo avance un par de pasos, una sensación acrecía en mi interior. Miré a la rueda, en la cuchilla superior el reflejo de una botella de ginebra, me giré y la ubiqué en la mesa camilla; retrocedí al salón, la cogí y me percaté de que Luca ya no se hallaba. Lo que sí que se movía era la peícula del Patito Lila, miré un rato la escena cuando el protagonista se encuentra en el rellano de la vieja casa, a donde había llegado tras seguir a una chica con apuros y que le solcitó ayuda. Me apetecía quedarme a ver la escena que se iba a producir en ese instante; ráfagas de proyectiles y sangre recorriendo la habitación, empero, la música, en el ritual de danza destructora, la gimnopedia número 1 de Erik Satié dirigía la imagen que se reproducía a cámara lenta y hacia aquel instante ingrávido.
Cada nota y cada acorde eran vectores de muerte y destrucción, ensimismado veía aquel baile intenso pero breve.
Decidí retroceder la película hasta el inicio de la escena y volví a oír la gimnopedia; subí el volumen, quería que fuese mía en ese instante.
Un momento de ingravidez, acompañado por una botella de Ginebra que precipité por toda la estancia. Me alejaba conforme llegaban los acordes finales, a trás me precedía una cordita de alcohol. El momento final se acercaba, la cadencia.
Una caja de cerillas en mi bolsillo, la canción se paró y el sonido de la película se enmudeció. Un fósforo encendido cayó sobre el alcohol y comenzó a inlfamarse.

-El fuego, la combustión, lo fatuo-

Aquella era otra mañana fría. La decadencia es una situación que se acobija en temperaturas gélidas, bajo cero, un hogar en el que vivía desde hacía tiempo, siempre cuesta abajo, siempre mirando al frío abismo venir. No había prenda de vestir que cubriese aquella sensación, ni cálida mirada en el horizonte. Aprendí en aquella solitaria experiencia, como Orestes convivió con sus remordimientos, a vivir con la rueda y la sangre.